TIEMPO SOMOS.
Te quiero como entonces.
Eras carne de llanto,
piel de lágrima.
Como entonces,
cuando la tarde era tarde.
Y te quiero ahora,
que es tu voz tallo de luz,
ahora que cabalgas
mi cuerpo mirándome a los ojos.
Ahora que el peso de tu pelo
marca la ley de gravedad de tus ingles en mis ingles.
Te quiero cuando el
hoy es el entonces,
y me llegas como un monte de ternura,
porque eres el tiempo que se adentra,
que me ahonda,
que me alcanza las bóvedas del alma.
Te quiero como entonces,
como ahora,
porque son eternidad
tu sexo y mi sexo.
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