SORPRESA
como la primera nevada del invierno,
como esa luz que invade
el mar amniótico de la vida.
De repente apareciste,
susto de pájaros cantores
colgados de las alambradas,
del tendido luminoso de mi piel.
Como esos labios
que te despiertan de repente
cuando soñaba tu
cuerpo
midiendo la ternura de mi cuerpo.
Por la espalda,
como el miedo, la alegría,
la cornada que abre labios
en la femoral de la luz.
Sorpresa, tú,
amanecer, tú,
luna, tú, que se va
haciéndose sombra
de mi muerte sorpresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario