ESPERARTE
No sé si esperarte a la salida del tiempo
y hacer juntos la ruta de la muerte.
No sé si estás dispuesta
a vestirme el sudario
y perfumar mi ausencia
No sé si prefieres quedarte haciendo guardia
por si vuelvo a la vida
y no encuentro el
camino de tu alma.
No habrá a quién preguntar si no estás tú
y se me estropea el regreso
porque no sabe estar a la intemperie.
No sé si esperarte a la salida del tiempo,
a la hora en punto en que se acaban los relojes
y ya nada es nada,
locas las manecillas
escarbando la tierra.
No sé si esperarte.
Te quedan besos suficientes,
y risas suficientes,
y piel suficiente
para abrazarte al mundo
y gemir con tu luna entreabierta
para que te penetre el mar como en noches antiguas
cuando tú y yo rodábamos
por las cuestas abiertas de tu espalda.
No sé si esperarte.
He firmado mi marcha ante notario
y he pagado al contado una cruz y una frase,
una enorme mentira en vuestros labios:
“Los tuyos no te olvidan”
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