MIEDO
Nos han inyectado miedo en las conciencias,
ese oscuro silencio,
espeso como una lava ardiente.
Miedo a gritar te amo,
miedo a decir te deseo,
a ese gozo de penetrar tu abismo
y perderme en la hondura de tu cuerpo.
Nos han clavado el miedo
en el centro de cada rebelión
para ahogar la palabra que exige
libertad de búsqueda,
exigencia y derecho
de abrazarte sin que nadie
me manche la cara por la decisión de andar
el mismo camino que tu piel,
con la misma fe en las piedras
que trazan una ruta
hacia le meta elegida de mi vida en tu vida.
Escuece el miedo
en esta herida oblícua
donde un ángel prohíbe
la entrada y la salida
del escalofrío que tiembla
cuando es amor el amor.
Vamos a desnudarnos,
a regresar al estado original,
a regalarnos la piel cada mañana,
a besarnos la carne,
a sostener la mirada
como una colección de mariposas.
Voy a arrancar el miedo.
Quiero sentirte como siento
que vivo porque creas
mi existencia y me regalas
la ecuación de mi vida
vivida como tuya
en la indestructible unidad del beso.
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