A
VECES
A
veces amanece
y
te busco en la sombra de la luna,
en
los ojos del sol que hace caminos.
A
veces no amanece
y
es la mañana una jauría
de
aullidos y colmillos
que
devoran las sombras.
He
desnudado tu palabra y tu cuerpo
para
tocar tu voz y beberme tu piel,
y
saciarme la sed
con
tu chorro de carne.
A
veces, como quien tropieza
con
un monte de luz,
se
me astillan los besos
y
te llegan mis labios ya desheredados.
A
veces me duermo entre tus pechos
para
que nadie usurpe mi derecho a tus pulsos.
A
veces te sueño acunada entre ríos
con
mis manos urdiendo los tuétanos del agua.
A
veces, sólo a veces,
te
imagino buscando mi equipaje,
colgando
mis camisas, mis corbatas,
desnudando
mis ansias,
abrazando
mi ausencia,
recobrando
gemidos
para
anudar las bocas
y
entretejer las piernas
en
el monte más bello.
A
veces, sólo a veces.
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