SOMBRA DE TI
Se instalan las sombras,
una a una,
por orden estricto de tristeza.
Tu sombra sin ti,
hueca de ti,
sin que la llene tu carne,
pero tu sombra.
La oigo como una caracola de tu voz,
sonido de tu piel,
como un salmo,
cuando la rozaba
la suave piel de mi serpiente
reptando en la selva
oscura de tu yedra.
Regálame tu sombra,
la espalda de tu luna.
Quiero naufragar
allí donde rompe el vértice
de tu mar interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario