domingo, 29 de abril de 2012


EL MINISTRO NO TIENE PELUQUERA




Hay palabras como astas de toro. Ingle adentro. Femoral arriba. Hasta incrustar la muerte en los suburbios del corazón. “Usted ha traicionado a los muertos”  Rajoy embistiendo en la plaza grande del Parlamento. Brindando a su público la muerte prefabricada de José Luis Rodríguez Zapatero. El Presidente exigiendo que devolviera el insulto a los corrales. Rajoy insistiendo en la cornada. Va por ustedes. Y los cabestros de vuelta. Y el asta atornillada en la sangre, encelada en la herida. Mayor Oreja apuntillando, Castellana arriba hasta Sol. Alcaraz banderillero, recosido el traje. De segunda mano la montera, regalo de Aznar, Aceves, Esperanza. Para rematar faena. Un sábado y otro y otro. Usted, presidente, ha formado una empresa temporal con ETA para entregar el País Vasco a los terroristas. Mayor Oreja daba un desplante y se llevaba su toro único, el dolor ajeno, la desgracia de otros. Se guardaba a ETA en el bolsillo para hablar en Génova, en Callao, en Europa. No sabía de economía, de educación, de hidrografía. Tampoco de ETA. Pero le tenía cariño porque le permitía expandirse en la COPE, en Intereconomía, con Pedro J. o Losantos. El día en que se acabara el terrorismo pediría una prejubilación, admitiría un ERE y junto a Isabel San Sebastián o Carmen Gurruchaga podría tomar el sol con un Aznar de vientre tableteado.

El ministro del Interior ha diseñado un plan para una progresiva reinserción de los terroristas. Rajoy lo contradice saboreando su propia mentira. Pero se está acostumbrado a ello. Rosa Díez le ha echado en cara que está haciendo una labor antiterrorista igual a la de Zapatero. Y Rajoy se dice a sí mismo: a lo mejor estoy traicionando a los muertos. Pero mi caso es distinto. Yo soy presidente con mayoría y Zapatero es un exiliado al que puedo culpar de todo, hasta de la herencia genética, de la amputación de educación, sanidad, ley de dependencia y de la “aportación solidaria de todos arrimando unos pocos euros al mes en la medicación, en el traslado en ambulancia, en las tasas universitarias” 

Ángeles Pedraza, presidenta de la AVT, fue la primera en reunirse con el ministro y el encuentro, según refiere El País, no fue satisfactorio, al punto que Pedraza advirtió a la salida que estudiarán salir a la calle a manifestarse contra el Gobierno como ya hicieron tantas veces contra el Ejecutivo de Zapatero. Pedraza le dijo claramente al ministro que las víctimas se sentían “traicionadas y engañadas” Y vino la representante de Foro Ermua, Inma García de Cortázar, que ve el plan de reinserción como “una gran victoria de ETA” y “un lamentable error” porque, en su opinión, el Ejecutivo de Rajoy no hace otra cosa que asumir como suyos “los acuerdos del PSOE con la banda”. Está traicionando a los muertos.

 Faltaba Mamen Alvarez, esposa del caudillo Alcaraz, heroína de Elnett y Pantén marital, siempre portavoz de sangre ajena, de dolor transferido, de lágrimas crujientes como un tiro en la sien. Y rechazó las razones “humanitarias” expuestas por Fernández Díaz para justificar el plan de reinserción a presos de ETA. “Está traicionando a los muertos” Y el ministro imputándole el alma cubierta de venganza. Y ella exigiendo justicia. Y el ministro tatuado de zapaterismo dialogante. Y ella arrojándole sangre a la cara, como Rajoy a José Luis-presidente.  

La memoria es el reencuentro del hombre con su propio corazón. Uno lleva por dentro palabras como embestidas de un monte. “Usted está traicionando a los muertos”, dijo Angeles Pedraza, dijo la mujer del Alcaraz, dijo García de Cortázar. Como un eco de aquella infamia macabra de un aspirante fragmentado en las urnas.

Hijo predilecto de un Aznar dialogante con el movimiento de liberación vasco, avergonzado de su propia historia, arrepentido de la palabra como arma cargada de futuro, humillado ante su propio fracaso. Escondido ahora detrás de su ministro del interior, empujando reinserción, abofeteado por su blasfemia: Usted, señor presidente, ha traicionado a los muertos.

Rajoy tuvo un sueño escalofriante esa noche: Mamen, Angeles, Inma le aplastaban contra una pared perforada de pistolas. Y el grito del odio,  de la venganza, del rencor comprensible pero inútil: Usted, señor presidente hoy, aquí, ahora, está traicionando a los muertos.


viernes, 27 de abril de 2012

¿LAS GAVIOTAS SON CRISTIANAS?


¿LAS GAVIOTAS SON CRISTIANAS?
 
En el último congreso del Partido Popular plantearon algunos eliminar de sus estatutos toda referencia a la visión  cristiana de de la vida y a la médula de su esencia vital. Finalmente se impuso el argumento de que su inspiración cristiana debía permanecer como orientación de su desarrollo político. Y ahí quedó el PP. confirmado por las mitras partidarias de implantar un Dios de derechas. Hay un esfuerzo histórico de convertir a Dios en una derecha civilizada que le llaman. Constantino unió la cruz y la corona y desde entonces la Iglesia se ha sentido depositaria del derecho de otorgar el poder divino a fuerzas humanas como dispensadora última de la voluntad política de Dios. Y sobre todo las dictaduras se han sentido investidas de la autoridad divina confirmada por el poder secular y omnímodo de la Iglesia. Para combatir el paganismo la Jerarquía acudía a la espada, y el poder civil y dictatorial acudía a la cruz. Y así, incestuosamente unidos, se ha ido atribuyendo a Dios la inspiración de los valores civiles de muchos partidos. Piénsese en la democracia cristiana, hoy venida a menos y disimuladamente incrustada en partidos de esa inspiración como el propio Partido Popular.

El Partido Popular ganó las últimas elecciones del 20 de Noviembre por mayoría absoluta. De la misericordia de sus entrañas esperábamos el cumplimiento de sus promesas. El PP. no podía tomar el santo nombre de Dios en vano (haremos una política como Dios manda, decía continuamente Rajoy) y en nombre de ese mismo Dios se prometía crear empleo de forma inmediata, no abaratar el despido, no subir impuestos, no tocar la educación ni la sanidad, ser los brazos de los dependientes, los mimos de la niñez, el hombro de la vejez, el defensor de la mujer contra los cuchillos asesinos. Era la tierra prometida frente al Zapatero anticristo, laico hasta perseguir a la Iglesia, empeñado en pervertir a la juventud enseñándoles que el sexo es el estremecimiento del amor, que la democracia es la responsabilidad compartida, que la mujer tiene derechos sobre su cuerpo, que su cuerpo no puede ser expropiado por leyes que le amputen su autonomía, que cuando el amor se acaba se deben bifurcar los caminos, que el amor es un derecho inalienable y que cada uno lo vive con la persona amada y elegida para un proyecto vital y enamorado. Había que exiliar a zapatero porque los españoles teníamos el horizonte fructífero y elegante al alcance de la mano. Incluso los más ateos empezaron a creer en el milagro. Rajoy tenía cara de Santiago y cierra España. Resucitó entre las urnas acompañado de Montoro, Guindos, Gallardón y el ángel exterminador de Fernández-Interior-ministro. Le esperaban la magdalena hueca de Cospedal y Soraya-musa-Pedro J.

 Y apareció la vivificante corriente cristalina del cristianismo interior. Las gaviotas creyentes se posaron en Justicia, Sanidad y en un Wert aplastado por un sillón de mando, de becas, de educación  para la ciudadanía. Los manifestantes eran enemigos. El estudiante sentado un resistente a la autoridad. Los sindicalistas un lastre renuente. La sanidad un mercado. La educación un comercio. Los viejos un sobrante caducado de fecha. La maternidad el sello que convierte a la mujer en mujer. Los impuestos, piedras antidisturbios. Rajoy, por cristiano, arrodillado ante el déficit inmolando el bienestar, sacrificando la lucha de años, degollando la inocencia de quienes se creyeron con derechos. Lo dijo Rouco: hay que aceptar la crisis con resignación y esfuerzo, convirtiendo la situación en un acercamiento a la divinidad. Para eso compartía el sumo pontificado con el Opus sobrevolando cúpulas ministeriales.

Si esta trituradora de derechos tiene sus raíces en el cristianismo del Partido Popular, habrá que reinventar las urnas para alumbrar una época constantiniana de cruz y espada. A uno se le ponen maneras de sarraceno luchador contra las huestes de un cristo deteriorado allá por el Alicante de turbantes y capas de seda blanca.

Rajoy está a la derecha del Padre. Es urgente un padre que esté a la izquierda de Rajoy.





sábado, 21 de abril de 2012

EL SABOR DE LAS LAGRIMAS


No olvides nunca el llanto.
Se necesitan lágrimas calientes
por  los niños aprendices de la guerra,
por las mujeres enterradas sin besos,
por la palabra fusilada contra un muro.
No olvides nunca el llanto
por los muertos sin pan,
por los seres tronchados para siempre
con las minas sembradas en los campos
para convertir los seres rotos
en billetes oscuros del confort.
No olvides nunca el llanto
por los viejos sobrantes de este mundo,
por el futuro hueco del mañana
vacío de esperanzas y de sonrisas,
por los vientre hinchados de nostalgia,
por el tiempo pisado en las bodegas,
exprimido como uvas vacías.
No olvides nunca el llanto
por  cárceles de hierro retorcido
donde no están los que rompen el mundo
para invertirlo en los bancos de la usura.
No olvides nunca el llanto
que sostiene los gritos,
 columnas de las penas,
 amargura de  soledad tan sola,
de las muertes que nunca amortizaron la existencia.
Ahí os dejo mi llanto,
lápida que me aplasta.
No me piseis las lágrimas
porque duelen los huesos estrellados,
el cerebro del agua,
el esqueleto huérfanos de besos y de carne.

martes, 17 de abril de 2012

¿ESPAÑA TIENE FUTURO?


El futuro no es un tiempo hueco que está por llegar. El futuro es lo que siempre está por hacer. No cabe por tanto la pasividad porque el futuro no es pura temporalidad. Confundirlo con lo-porvenir es asignarle un predeterminismo frente a un quehacer irrenunciable. La inercia temporal no debe ser equivalente a la empresa del devenir que implica al ser humano en su construcción.

Los políticos son muy dados a hablar del futuro refiriéndose para sus adentros al mero porvenir. No ven más allá de la puntera de sus zapatos. Por eso someten a los pueblos a situaciones supeditadas a necesidades de inmediato cumplimiento obviando el mañana, pero poniéndolo como meta deseada que llegará por sí misma, por esa inercia temporal de la que antes hablaba.

Va para treinta y tantos años. España se quitó de encima botas, fajines,  estrellas y salió a la intemperie de su propia libertad para hacerse a sí misma sin mesías ni salvapatrias. Seríamos lo que decidiéramos ser con un diseño creado con la participación de todos, sostenidos por el hombro responsable de todos. Y le llamamos democracia. El pueblo retomó su poder y su decisión de ser lo que quería ser. El poder que por lo visto Dios y la Iglesia habían concedido al dictador brotó del empeño de los ciudadanos. Dios se replegó a su cielo de siempre y la Iglesia se pegó a la democracia como un parásito incómodo. Comenzó el futuro aquel noviembre ya sin equipo médico habitual. Cuelgamuros aplastó al dictador y la libertad se sentó por las aceras a brindar con la alegría.

Empezamos a dotarnos de una soberanía encuadrada en las coordenadas de un bienestar reconfortante. Una Constitución como un vientre dispuesto a parir historia. Trabajo como construcción del mundo. Sanidad universal porque la salud es breve como el primer beso a escondidas. Educación para todos para saber quiénes somos. Universidad para ahondar en el misterio de la ciencia. Pensiones porque la vejez es un regalo  del ayer. Amor homosexual, heterosexual porque el amor es un derecho del corazón. Un abrazo a los dependientes, una puerta al hambre del mundo, una apertura a la Europa ancha como una plaza grande de pueblo.

Va para treinta y tantos años. Comenzamos a hacer futuro. Pero ayer fue hace mucho tiempo. Hoy es aquí, ahora. Y parece que estamos de regreso. Tal vez la genética, la nostalgia, ese imán ancestral que es el pasado. Mercados le llaman. Merkel le llaman. Crisis le llaman. Pero a lo mejor es sólo la nostalgia de lo que algunos fueron y nunca quisieron dejar de ser. Y se incumplen derechos constitucionales invocando la Constitución, profanando su nombre en vano. Y se promete prevaricando porque, superada la campaña electoral es hora de decir la verdad (Jesús Aguirre), porque se reforma el mercado de trabajo conscientes de que traerá consigo paro sobre paro y paro. Porque se mutila la sanidad para reconstruirla con la estética del negocio, porque se tala la educación pública para que florezca la cosecha privada, porque congelan las pensiones para dar una oportunidad al hambre, a la miseria, porque el derecho a una vivienda ya no es un derecho, porque al amor se le ponen fronteras de moralidad, porque la mujer sólo es mujer con un carnet otorgado, porque Gallardón es el jardinero de vientres indefensos.

Hace tiempo que fue ayer, pero en el ayer estamos. Rehaciéndolo. Lográndolo. Consiguiéndolo. Esforzándonos por anclarnos en aquella antigua oscuridad. Con plomo en los talones. Con anzuelos irrevocables. Todo por nuestro bien, por nuestra cohesión fraternal con el capital más voraz, por nuestra adhesión más sacrílega al dominio aristocrático del dinero. Que nadie lo dude: es por nuestra gloria como patria una, grande y libre.

Son los nuevos talibanes de la ortodoxia, rancios como el baron dandy, el floïd pos afeitado, la brillantina y tupé de aquellos tiempos.

No hay prisa por el futuro. La historia puede esperar.


lunes, 16 de abril de 2012

YO NO QUIERO SER CHINO


Son hermosos esos ojos rasgados que hacen de sus mujeres un misterio horizontal. Contrasta con esa dictadura vertical que aplasta a millones de personas, que les arrebata sus derechos más elementales y que ejercita la pena de muerte como katana perpetua.

El régimen chino, no obstante, entra en el grupo de adorables dictaduras. Nos chorrean el alma los derechos humanos, la defensa de la libertad, despreciamos a Mubarak o Gadaffi, pero nos sobran los escrúpulos libertarios cuando de hacer negocios se trata. Zapatero visitó China para apretar lazos económicos. María Teresa Fernández de La Vega eludió pronunciarse sobre su régimen político argumentando que nadie debe interferir en cuestiones internas de otros países. Escapatorias farisaicas porque avergüenza reconocer que ante el dinero,  todos doblamos la rodilla.

Las grandes empresas españolas, cuyos nombres están en la mente de todos, acuden a la mano de obra barata de países sometidos a la esclavitud de dictaduras políticas o la humillante esclavitud de la pobreza. Por una limosna diaria ruin y miserable estas empresas obtienen grandes beneficios vendiendo en sus lujosas tiendas los artículos manufacturados por estómagos retorcidos. Y esos empresarios, con cuentas corrientes enriquecidas de sangre, son presentados como modelos a seguir para conseguir una prosperidad personal y nacional.

La reforma laboral ha caído de parte de los empresarios aplastando los derechos adquiridos desde la transición hasta ahora. El despido es casi un macabro regalo. Sus causas incomprensible (Piénsese en las bajas laborales justificadas por enfermedad). La disminución del salario por capricho del empresario, la movilidad de turnos o de lugar por conveniencia hasta tener que residir en Laponia, el ataque a los sindicatos, a la ley de huelga, los recortes, eufemísticamente llamados reformas, y todo ese acompañamiento que hace del trabajador un esclavo del capitalismo más crudos y descarnado. El hambre que se encierra en la dignidad disimulada de muchos hogares españoles, los desahucios diarios por incumplimiento del pago de unas hipotecas concedidas con el engaño de una olla express o una mantelería con vajilla. Gente dispuesta a trabajar muchas horas por cuatrocientos euros, porque más “cornás” da el hambre. Millones de parados hartándose de espera para extender la mano en la acera del INEM, jóvenes sin futuro, sexo de fin de semana porque dan rubor las estrellas de lunes a viernes, cajeros-vivienda-dormitorio tapados con Don Simón anestesiante, olvido necesario de una ayer de besos, caricias, hijos y cinturas encantadas. Eso fue el ayer, lejano como un horizonte en las espaldas. Hoy es el hambre, la miseria, el bocadillo sobrante del bar, el contenedor escupido de Carrefour.

¿Es España esta España? ¿La del AVE, los visones-Goya-Serrano, los del lujo aumentado un 25% con la crisis, Macarenas enjoyadas, Trianas de rayos uva, Cristos gitanos por Sevilla con peineta, cruces de Cospedal penitente. España salida de una dictadura negra. Despreciando tricornios dislocados de pistolas. Enfermos orgullosos de una sanidad dispensadora de vida, de una educación creadora de futuro, de una libertad de acción, de amor, de esperanza de vida, de una Europa ancha como el mar?

Nos están abaratando. Somos un saldo en el mercadillo del miedo. Está el susto en cada esquina, la amenaza en cada sombra, la condena en cualquier silencio.

Déjenme morir en paz. Yo no quiero ser un chino.

domingo, 15 de abril de 2012

ES PROBABLE


Esa noticia oscura que es el hombre,
grito opaco sin eco.
Estamos en un bosque sin salida.
Una liana vertical a lo mejor,
tan sólo a lo mejor.
Es probable que no nos oiga nadie,
que nadie escuche
la desesperación de la palabra.
Es probable que nadie se pregunte
por qué somos ausencia, pura ausencia.
Es probable que nadie eche de menos
la tristeza que somos,
la locura que somos,
el suicidio del grito
que se ahoga en sí mismo,
en la negra garganta del silencio.
Nunca seré un recuerdo
en tu piel  arena estremecida.
Nunca seré el beso tatuado
para siempre en tu boca.
Es probable que ni sombra siquiera,
que ni tacto añorado,
que ni olvido olvidado.
Es probable que nada entre la nada,
plomo gris como un agua de plomo
en los tobillos negros de la noche.
Es probable que este bosque de montes
sea un  hospicio sin puertas,
sin ventanas para descolgar el grito,
Y suicidar la pena sola, sola,
soñando el esqueleto de las sombras.

miércoles, 11 de abril de 2012

LAS MANOS



Tienes unas manos preciosas, dijo ella






Pregunto por mis manos
acostumbradas a la cintura del aire,
al volumen del beso,
a la dimensión horizontal de la caricia.
Por mis manos pregunto,
las que se apretaron a la vida
cuando fue el nacimiento de la luz
agua azul chorreada sobre el tiempo.
¿Qué fue de aquellas manos?
Hoy pregunto por ellas:
adultas, duras, callosas,
oscuras como garras
destructoras que hocican en la sangre
para sobrevivir por encima
del vivir de los otros.
Las manos sin memoria
porque el recuerdo puede ser remordimiento
de una revolución sangrienta
donde el otro es sólo  estorbo que me estorba
para escalar el egoísmo.
Pregunto por las manos que atenazan
el corazón de las rosas, de la lluvia, del olvido,
de la tristeza colgada en el corazón de un niño.
Tienen uñas las manos ofrecidas
a la amistad hermana del amigo,
a la cintura de un suspiro, de un beso, de un abrazo.
No sé cómo han llegado mis manos a mis manos,
ni por qué son mis manos culpables de la vida,
responsables del dolor de tanta estrella humilde,
del fracaso del viento que se lleva los besos
sin destino concreto para que nunca lleguen.
Quiero olvidar entre las piedras las manos
que me implantó la vida.
Las manos sin memoria,
sin besos en los cuencos,
sin huellas de cintura,
sin rescoldos del fuego primitivo
que encendieron tus ojos.
Pido la redención para unas manos
que auparon las espaldas del mundo
para que el mundo existiera
como medida de tu cuerpo entregado.
Quiero sentarme frente a la alegría
de tu recuerdo caliente,
preguntarle por las huellas de tu carne
en la sangre que tengo acorralada
como un río domesticado de fronteras.




jueves, 5 de abril de 2012

PROHIBIDO SER NIÑO


Se nos están prohibiendo muchas cosas. Demasiadas. Prohibido ser trabajador. Para que nadie te humille, para que no te despidan por previsiones irreales, por un pasado inventado, por un capricho empresarial. Prohibido estar enfermos. Te podrían dejar legalmente sin trabajo. Pena sobre pena y pena. Prohibido ser mujer. Te verás menos defendida ante la violencia machista. Prohibido ser dependiente. Nadie te echará unos brazos para que apoyes tu cuerpo tronchado. Prohibido tener sida. Te irás muriendo poco a poco ante el asombro de quienes te quieren. Prohibido…

Últimamente te han prohibido ser niño. Gallardón, quijote contra molinos de vientos estructurales, caudillo dando el pecho en defensa de una mujer que no tiene derechos sobre su cuerpo, que no sabe defenderse ni de sí misma, que debe regresar, como quiere Arenas, a las labores propias de su debilidad femenina, a ser luna abierta para las noches erectas, a cuidar de los hijos como una virgen lorquiana, va a luchar como nadie lo ha hecho para que nadie obligue al aborto. Tiene a Rouco de escudero, a Cospedal portadora de cruces y a Soraya-pedro-jota-portada.

Entronizada la crisis en el solio del miedo, el Gobierno suprime las ayudas para la construcción de escuelas infantiles porque son simplemente “un componente educativo menor de tipo asistencial”  (¿Y si le llamamos violencia estructural?)  Ignora el Gobierno que sin esa educación primigenia se inyecta un futuro fracaso escolar. ¿Se disputan la autoría de este recorte Gallardón-justiciero o el desnortado Wert?

A lo niños hay que incluirlos en la  crisis. Para que crezcan con miedo al trabajo adulto, al despido caprichoso, a laponias heladas, a desahucios, a contenedores con restos de Carrefour-Corte Inglés. Poco a poco como aquellos flechas de pantalón corto, niñas-sección-femenina hasta llegar al correaje brillante, camisa azul y bordados para un ajuar de piernas cerradas  evitando las caricias del alma.

Niños de dos a seis años. Sin escuelas, sin columpios, sin vichy cuadriculado como mantelitos de inocencia. Infancia sin chupete de leche condensada para calmar la tragedia de un juguete estropeado. A Wert le preocupan los toros. Hay que ayudar a la sangre valiente. “En los carteles han puesto un nombre…”  “Pisa, morena, pisa con garbo…”  Wert aplaudiendo a Francisco alegre y olé. Aunque los niños no tenga escuelas porque al fin y al cabo son “un componente educativo menor de tipo asistencial”

Prohibido ser niño. Prohibido ser muchacho informáticamente comunicado. Hay que superar el skipe. Las señales de humos tuvieron su importancia. Y los sobres que llevaban besos a la quinceañera. Y los cuadernos de caligrafía y el catón y el ripalda ortodoxo de cruzada vencedora. Zapatero aportó ordenadores a las escuelas. Wert los destierra como si de un arma de destrucción masiva se tratara. Ordenadores, Educación para la ciudadanía: inventos de un gobierno preocupado por un futuro abierto y en paz. Pero el tertuliano tibio de opinión es ahora ministro recortado y recortable. Prohibida la educación para la ciudadanía, prohibidas las escuelas pequeñas para pequeños, prohibidos los ordenadores. Es mejor llevarlos de la mano camino del INEM para que vayan adquiriendo estilo de parados, a cuatrocientos euros la pena.

¿Y si prohibiéramos que los niños fueran niños?



miércoles, 4 de abril de 2012

LO QUE PUDO HABER SIDO…



Parece que la crisis española tiene su origen en que todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Ministros, periodistas, tertulianos, nos imponen la penitencia de sufrir esta crisis por el pecado imperdonable de haber aspirado a tener un trabajo que nos permitiera la independencia de nuestros padres, la formación de una familia, el derecho a unos hijos, una casa como manda la Constitución y un coche para disfrutar los atascos diarios de nuestras carreteras.  Esas cosas, y no otras, han constituido las coordenadas vitales de la mayoría de los ciudadanos de este país. ¿Que tuvimos que hipotecarnos y pedir préstamos personales para la vivienda y el coche? Seguramente, pero teníamos un trabajo estable, con un sueldo digno y echando cuentas y más cuentas, podíamos aspirar al Audi que tenía el vecino y que envidiábamos cada vez que entrábamos en el aparcamiento. Sabíamos además que nuestros hijos podrían ser educados para el futuro que les tocara vivir y que si nos atacaba una EPOC como consecuencia del tabaco podíamos acudir a una seguridad social que nos proporcionaría ventolín para seguir respirando y haciendo bicicleta estática. Nada era gratuito. Lo pagábamos con nuestros impuestos. Y con nuestros impuestos preveíamos la posibilidad de cobrar ayudas por desempleo si nos fallaba el trabajo. Nada era gratis en aquel tiempo. Ni la pensión que percibiríamos de viejos porque también era el resultado de una aporte de la nómina nuestra de cada mes.

Se nos dijo en un principio que las hipotecas basura, que si la banca americana, que si las mafias económicas. Pero las grandes economías y los grandes defraudadores se sacudieron la culpa de todo y  traspasaron a las espaldas de una ciudadanía mundial gozosa y tranquila las consecuencias de su egoísmo desmedido. Llevaban su estafa como un trofeo de guerra, seguían siendo respetados y respetables, podrían rellenar los agujeros con el dinero de los contribuyentes y seguirían disfrutando de jubilaciones millonarias, de presidencias honoríficas y de indultos miserables. Se transfirió la culpa a la independencia, a la casa hipotecada, a la familia creada con cariño, se impusieron los desahucios, se embargó el Audi, se mutilaron la sanidad y la educación, se pusieron en peligro la estabilidad laboral, se abarató el despido y  la pensiones temblaron, la ayudas a parados, a dependientes, al sida, a la agresión machista. Se desnudó al ciudadano y se le puso ante el chorro helado de la crisis. Y sobre todo se le culpabilizó de esa crisis por haber vivido por encima de sus posibilidades.No sólo nos quitan dinero. Nos están robando el mañana: el de nuestros hijos, el nuestro propio. Nos están robando los sueños, la alegría, el gozo de cada amanecer. Es el vértigo de la inseguridad laboral, sanitario, educacional, de la vejez. Estamos situados al sur de los mercados, pisoteados por ellos. Bajo la bota de Bruselas, de la emperatriz Merkel, de la deuda, de la prima de riesgo. Cada mañana nos levantamos suspendidos del capricho de un empresario que nos puede despedir, bajar el salario, desplazarnos a Laponia. Pepe depende de una colonoscopia. Antonio espera un trasplante. Mariví tiene una escoliosis. Nada de esto es importante. Lo decisivo es que faltes a tu trabajo y te dejen en la calle con la ley en la mano, una indemnización miserable y una sonrisa de desprecio. Ahora dicen que “veinte años son nada, que feliz la mirada…” Y mañana se te acaba el paro y la esperanza y el futuro. Y te queda la tristeza de cada día arrimada a tus recuerdos, a las flores hipotecadas de tu jardín desahuciado.

Fuiste alegre, soñador, enamorado. A eso llaman algunos vivir por encima de tus posibilidades.

domingo, 1 de abril de 2012

TENGO VERTIGO


Últimamente tengo vértigo. Me marean las cifras descendentes de unos presupuestos que hablan de recortes multimillonarios. Hay que salvar el déficit. Lo ha dicho Bruselas. Bruselas ha suplantado a Roma. Los clásicos decían que cuando Roma hablaba había que terminar toda discusión. Pero la capital eterna se ha venido abajo. Se le ha desmoronado la democracia entre las manos como los muros de un Coliseo playero. La gobierna un tecnócrata no elegido por el pueblo. Bruselas rompió las urnas. Le estorbaban como a un Duce cualquiera. E Italia, elegante hasta geográficamente, se ha tragado su voz pisoteada por los mercados camisa negra.

Ante el vértigo trato de serenarme, mirar con distancia y tratar de verme por dentro, de auscultar la sociedad que me rodea. Sanidad, educación, dependencia… Me pareció oír en la campaña electoral que jamás se tocarían esos campos porque implicaría un ataque frontal al estado de bienestar que tanto había costado conseguir. No se abarataría el despido, no se promulgaría ninguna amnistía fiscal. Alguien le pidió a Rajoy que nos devolviera la felicidad y el prometió que seriamos felices para siempre por los siglos de los siglos. Rajoy tenía un programa en la chistera. España se merecía la felicidad que Zapatero le había acuchillado y el restaurador de la historia nos iba a sacar del más oscuro de sus rincones como ya en su día lo hizo Aznar. Voy acomodando el vértigo a la altura del momento y entendiendo el desafío a la gravedad que significa el Partido Popular. Recortes en sanidad. Viene a significar que si tienes una EPOC se te conmuta por una gripe, el aire equivoca el camino pulmonar y te mueres de perfil, “viva moneda que nunca se volverá a repetir” Recortes en educación. Si eres un superdotado se te clasificará como mediocre y evitarás el remordimiento de no haber estudiado lo suficiente. Y si eres dependiente recuerda los brazos de tu madre que nunca te negaron la mano como un camino de futuro.

Vértigo y miedo. Arturo Fernández-de-la-CEIM está contento con la reforma laboral, como Rosell, como Botín. Preocupante su alegría. Alegría a costa del miedo. Como en esos túneles de feria, cuando el de la máscara, el de la escoba, el del tridente. Se ríen a costa del miedo del niño que corre hasta el chiquero paterno. Cuanto más miedo más risa. Cuanta más risa más miedo. Retroalimentación macabra, pero real. Miedo porque el trabajo ha dejado de ser un derecho constitucional para convertirse en conveniencia empresarial. Como el sueldo, como el despido, como el horario. Y otra forma de cuidar la sanidad: si te acuestas con una hepatitis y faltas nueve días en dos meses, cuando te den el alta la ambulancia te llevará directamente a las puertas del INEM conducida por Fátima Báñez. Nunca serás una carga para la empresa, sólo para el desempleo.

Dicen que Europa, que los mercados, que la deuda. Dicen que hubo una huelga, pero el gobierno sólo vio normalidad. Los empresarios vieron normalidad. Esperanza Aguirre vio ilegalidad.  A lo mejor era una normalidad ilegal. Fátima dijo que una huelga no crea empleo.  Floriano se preguntó qué era eso de la huelga. A lo mejor ellos también tienen vértigo y miedo. ¿Porque y si la ciudadanía no aguanta tanta indignidad? Porque aunque la ministra de empleo-desempleo diga que la soberanía está en el Congreso, la verdad es que reside en el pueblo, según la Constitución. Sí, señora ministra: usted era soberana cuando era pueblo, ahora es gobierno. Y ser gobierno, aunque a usted le duela, es menos que ser pueblo. Por eso no hay que despreciarlo ni subestimarlo. El pueblo le ha encomendado a usted la creación de empleo y si se empeña en lo contrario la puede apear de su babieca campeador. Y no será ni rocinante manchego.

Vértigo. Miedo. Europa. Recortes. Pobreza. Gobierno. Pueblo. Mercados. Bolsa. Bruselas. Amnistía fiscal. Pobres ricos que se llevaron el dinero de todos porque crían que sólo era de ellos, que lo guardan en un bunker del alma. Ahora se les perdona todo porque llega la semana santa y perdonan al dinero preso y lo excarcelan y lo pasean Málaga abajo, Sevilla arriba con una túnica de vergüenza. Va pisando el asfalto del bienestar. Montoro, De Guindos, Soraya le cantan saetas a Rajoy en parihuelas, claveles rojos y blancos.

El pueblo anda por la calle envuelto en su propia dignidad.