domingo, 27 de junio de 2010

VALLECAS SE HIZO ALEGRIA

Vallecas era hondonada, pozo tragándose la vida, masticando presentes y futuros. Mil novecientos y demasiados años. Barro hasta la cintura de la sangre. Hasta el cuello del viento el polvo del verano. Andaluces, manchegos, extremeños hundidos en una tierra soñada, prometida, pero alcanzada nunca.

Estaba José María Llanos. “Cuarenta aventuras hacia Dios” Vidas ejemplares de señoritos del tiempo. De aquel tiempo oscuro, gris plomizo, también pozo engullendo rojerío, Vallecas-hondonada alimentada de angustias. Falangistas de la España que empezaba a amanecer. Cuadrados ante Dios, brazo en alto, porque Dios era franquista. El hombre siempre aspira a dioses de derechas. “Cuarenta aventuras hacia Dios” Libro contando vidas mal iniciadas, pecadoras, descarriadas pero corregida la flecha a tiempo, hacia “el puesto que tengo allí”, como Fernando Fernán Gómez-Balarrasa. Los niños de entonces, niños suburbiales sin calle Velázquez, pantalón corto-alpargatas, queríamos ser como ellos: señoritos-brazo-en-alto, visitadores superiores de Vallecas, brillantes los zapatos, camisa almidonada.

Vallecas olvidada. Rebosada de andaluces, manchegos y extremeños. Cigarrillos Ideales y Celtas sin filtro los domingos. Cura-Llanos-puño-cerrado, pero amigo. Carné de Comisiones. Marcelino en Carabanchel, con Sartorius, y tantos, y tantos. Sitiados de pelotones de fusilamiento. Cura Llanos comunista. Con boina de pueblo pobre, sotana sucia de mocos que pedían caramelos. Cura Llanos arengando, exigiendo techos dignos, calles dignas, parques dignos. Reclamando dignidad-patrimonio de los pobres. Repartiéndola también. Porque a los pobres les sobra. Porque la pobreza tiene altura suficiente para mirar por encima a los niños de Serrano que llevaban estampitas de bendita sea tu pureza y Sagrado Corazón en vos confío.

Llegó hasta su miseria otro cura desarraigado: José María Díez Alegría. Un expulsado más. Lo exilió Roma. Lo desterraron los jesuitas. Desterrado: expoliado de tierra. Se vino al barro de Vallecas. Barro primigenio capaz de engendrar hombres nuevos. Sin Vaticanos opulentos. Sin Ignacios y Loyolas. Ilegal jesuita “sin papeles” Alegría se hizo Vallecas. Era urgencia su venida, para apuntalar el hombro del cura Llanos, puño cerrado exigiendo una ración de justicia. Y allí se quedó José María, con su esperanza escrita, su esperanza vivida, sitiada de heterodoxias, defendiéndola de cánones vacíos, narcotizantes, de amenazas papales y desprecios cardenalicios. “Yo creo en la esperanza” Libro resumen de una existencia. Lo tengo aquí guardado, alimento de entonces, de ahora, de la muerte que viene pasado mañana. En Vallecas eran necesarios el pan, la alegría y la esperanza.

Ya no frecuentaban el Pozo del Tío Raimundo los niños de Serrano. Eran los de las fotocopiadoras subversivas, Las Sauquillos, los Aranas, José Luis “el chino” Al Obispo Iniesta lo vigilaban de cerca los grises. Le gritaban a Tarancón mientras liaba su caldo de gallina y amaba por encima de sus gafas a Llanos-Alegría. El barro se iba secando. Había una hermosa fusión de esfuerzos, de gritos, de rebeldías. Vallecas fraguándose a sí misma, apoyándose en su propia energía, convirtiéndose en tierra de promesa, de hoy conseguido, de mañana vislumbrado.

Se añoran las fotocopiadoras rebeldes, subversivas. Se han vuelto grises, acomodaticias, rutinarias. Necesitamos testigos que “esperancen” el futuro. La Paca está en el Congreso. El “chino” se enamoró de Canarias. Se ausentaron Iniesta y Tarancón. José María guardó la eternidad bajo su boina. A los 98 años se ha marchado sin ruido, soñado de silencio, el último José María, el exiliado, el sin papeles. Se ha plantado para siempre en la esperanza y la alegría.


jueves, 24 de junio de 2010

LA ESPERANZA DEL PAPA

Benedicto XVI vendrá a España en Agosto de dos mil once. Celebrará la Jornada mundial de la Juventud. Pero el centro no será tanto la juventud cuanto el Papa. Papa-Jefe-de-Estado. Rodeado de su corte de Príncipes de la Iglesia. Viaje preparado por su Embajador el Nuncio ayudado por Rouco Varela como Presidente de la Conferencia Episcopal. Cuánto título: jefe, príncipes, embajador, presidente. Todo para representar la sencillez humana de un Jesús de Nazaret comprometido con los pobres, intransigente con los mercaderes, que repudió un estamento religioso fariseo e hipócrita, que se puso al lado de prostitutas y pecadores, que hizo del amor la más bella utopía. Cruces de oro donde hubo madera y anillos brillantes donde las manos desnudas soportaron clavos.

El Cardenal Cañizares, hoy ministro en Roma, lo exige de forma rotunda: España o es católica o no es España. ¿Pero en qué consiste el catolicismo español? Para ser “católico practicante” se exige sólo un cumplimiento ritual y no la lucha por la consecución de valores “radicales” y fundadores de nuestra irrenunciable grandeza: el amor a lo humano en cuanto humano, el valor de la ciencia como revelación del misterio que somos, el cosmos como residencia del Dios-hecho-hombre, prójimo implicado en la aventura temporal e histórica, la libertad poética, siempre creadora de utopías, la pregunta sobre el ser respondida desde el temblor de la provisionalidad, la fraternidad constructora de un mundo habitable para todos y no para unos pocos, la propiedad de los bienes como posesión distributiva, la siembra de un mensaje inquietante, interpelante, agitador de conciencias y nunca narcotizante, la proclamación exigente de los derechos humanos como elemento dinamizador de la evolución humana. Y así podríamos seguir ahondando, pregunta a pregunta, hasta la crucifixión silente de la muerte.

¿Tan poca estima tiene la Iglesia por su esencia cristiana que se siente satisfecha con el cumplimiento periférico, con el simplismo suburbial de unos mandamientos no transformadores de realidades esclavizantes, homófobos, incomprensiblemente amantes de María de Nazaret pero capaces de marginar a la mujer a lo largo de la historia, estructurados alrededor de actitudes costumbristas disfrazadas de tradición, impuestas desde criterios anquilosados y al margen de preocupaciones inherentes al devenir histórico?

Y aquí aparece Esperanza Aguirre, la esperanza del Papa. Proclama a Madrid como “la capital del mundo joven” Todos los órganos administrativos de la Comunidad estarán al servicio de esa juventud. Será gratuito el transporte y el alojamiento de todos los que acudan a venerar al Santo Padre. Madrid será el resumen de una España que por católica es más España. Madrid compendiará la semana santa sevillana, las lágrimas rocieras, las romerías de pan, tortilla y bota de tinto.

Y el Papa podrá condenar el aborto, el preservativo, la enfermedad de los homosexuales. Proclamará la necesidad de que la mujer permanezca en la sombra. Advertirá sobre los peligros de los avances científicos, marginando, por ejemplo, las células madres que salvan vidas. Dignificará la muerte entre dolores porque Dios así lo ha querido. Predicará la pobreza como un designio de Dios y no como una consecuencia inmoral de la riqueza. Ensalzará la resignación como virtud que disimula la voracidad de un capitalismo aniquilante y remitirá a los hambrientos al cielo mientras en la tierra algunos tienen la desgracia de llenar sus estómagos.

España católica. Madrid católica y gratuita. Esperanza es la esperanza del Papa.

domingo, 20 de junio de 2010

LA IGLESIA CIRCULAR

La Iglesia empieza y termina en sí misma. El círculo, por definición, encierra sólo una oquedad en su interior. Nada existe más allá de sus límites ni dentro de ellos. El derecho, el dogma, los mandamientos, la confusión entre tradición y hábitos de autoprotección, el orgullo de la infalibilidad como postura definitiva e inmovilista, la tergiversación de servicio y mando en plaza, de fraternidad y jerarquía de mando, de disponibilidad con absolutismo, hacen que la Iglesia gire sobre sí misma, ejerciendo una fuerza centrípeta hacia todo aquello que no pertenece a su autosuficiencia, despreciando la búsqueda humana como camino hacia la plenitud.

L'Osservatore Romano se dedica a insultar a José Saramago en un artículo publicado con ocasión de su muerte. "Un populista extremista como él, que se había hecho cargo del por qué del mal en el mundo, debería haber abordado en primer lugar el problema de todas las erróneas estructuras humanas, desde las histórico-políticas a las socio-económicas, en vez de saltar a por el plano metafísico", escribe Claudio Toscani .

Esta Iglesia circular es incapaz de admitir el compromiso asumido por el Premio Nobel con el momento histórico que le tocó vivir. Su defensa de los más pobres, su enfrentamiento con las guerras y con los que hacen de ellas un negocio mercantil a cambio de sangre, con los que las declaran para disfrutar de un monolito en la historia. Su beligerancia contra un capitalismo alimentado y sobrealimentado con la pobreza de la humanidad. Su palabra alzada contra la injusticia, su denuncia permanente y vigorosa contra los que pisotean por sistema los derechos humanos. Nada de esto merece el reconocimiento agradecido de una Iglesia que afirma estar vocacionalmente volcada hacia los pobres y desheredados del mundo.

Es triste. Pero no resulta extraña esta visión circular, endogámica y ciega de la Iglesia. Se cumple por estas fechas el aniversario de la muerte de otro auténtico profeta del mundo actual: Vicente Ferrer. Diversas organizaciones civiles trabajan para que se le otorgue el Nobel de la Paz. Ni cuando murió ni ahora se ha oído una voz episcopal alegrándose de la existencia de Vicente. Estorban los auténticos testigos del evangelio. Siempre fueron molestos los profetas. Presencias incómodas que gritan desde su escondida humildad contra una Iglesia cuadriculada en cánones indiscutibles que condenan la teología de la liberación, que silencian a pensadores injertados en la circunstancialidad del hombre, que se implican en el devenir de una esperanza creadora sin remitir a los pobres a un cielo anestesiante y alienante.

“Con Saramago ha desaparecido uno de esos típicos extranjeros radicales, de izquierdas por supuesto, que se sienten en la obligación de venir a España para explicarnos qué es eso de la libertad y cómo debemos aplicarla a base de fusilamientos si hace falta”.

“En España hemos sufrido ’saramagos’ desde siempre. Saramago era una especie de retaguardia de aquellas Brigadas Internacionales que durante la Guerra Civil se sintieron en la obligación de cepillarse a cuantos españoles no entendieran la ‘libertad soviética” “Saramago paseaba su indecencia moral por el mundo, escondido detrás de su arte prostituido a favor de la política, ante los boquiabiertos incautos que estaban dispuestos a escuchar las obscenas opiniones políticas de un Nobel, por el mero hecho de ser Nobel. Nos hemos quitado un peso de encima.”

Corresponden los últimos entrecomillados a un artículo publicado por la periodista Yolanda Cruceiro Morín. Algunos han hecho de su existencia un vómito continuado. Se nos mancha la vida con tanta COPE, tanto Federico, tanta Intereconomía, tanta Yolanda. También la palabra se pudre cuando se engendra en una matriz de fango.

La vida es bella porque da a luz saramagos, vicentes y teresas de Calcuta. Aunque a algunos les duela, la luz es un derecho, el amor un compañero y la libertad una creación humanizante.

martes, 15 de junio de 2010

ESPAÑA, CAMINO…

“España, camino de libertad”. Título hermoso. España llamada por su nombre. Abierta. Nunca estatificada. Haciéndose a sí misma continuamente. Persiguiendo senderos, siendo camino ella misma. Hacia la cumbre libre de la libertad. España longitudinal. España, camino de libertad, presentada por José María Aznar, coreado por Mariano Rajoy y como notarios mayores del dolor de las víctimas, Acebes y Mayor Oreja.

España, camino de libertad. Se supone que apostando por el mañana. Por el futuro como atrayente quehacer se supone. Tomando conciencia de que existimos en estado de provisionalidad. El hombre, como los pueblos, es siempre la tarea de llegar a ser. Porque el hoy es el vientre del mañana. Quien asegura estar de vuelta huele a esqueleto, a suicidio prematuro, a apostasía de lo humano. Y aquí es donde Aznar y sus ministeriales circunstancias vuelven a equivocarse. Porque el título del libro presentado no responde a la esperanza, sino al llanto sobre un ayer de nucas truncadas. ETA ha matado a muchas víctimas en su intento de matar a España. Esos muertos somos todos. A ellos les tocó representarnos. Algo nuestro se quedó en sus tumbas como ramos de silencio estremecido. Quien sólo mira al pasado es que lleva colgados los ojos en la nuca. Porque víctimas fuimos. Víctimas seguimos siendo. Ahí están las pistolas, la furgoneta disfrazada de la esquina, la muerte sorprendente por una acera cualquiera. Pero Aznar, con su miopía congénita, sólo ve el pasado.

España, camino de libertad se escribe para incendiar el presente y presentar el futuro sin recalificación posible para construir horizontes. “Zapatero ha traicionado a los muertos” Lo escupió Rajoy, atentando contra su propia decencia. No tuvo el coraje de repetir su infamia, pero amenazó: "Que no me vea obligado a decirle a ningún presidente lo que le dije. Yo garantizo que a mí nunca me lo podrá decir nadie" Lo apoyó Aznar: “Hay un juego temerario de los que quieren experimentar con nuevas operaciones de distracción, falsas expectativas que no son más que un plato recalentado de la cocina de ETA”

Cosidó perdió la memoria: "No hubo loiolas, ni de juanas, ni faisanes" dijo. Olvidó la orden del Jefe de dialogar con el movimiento de liberación vasco. Desconoce la labor de Zarzalejos, Fluxá y Arriola. Nada habló del acercamiento de presos ni de la generosidad de pasar por alto la diferencia de vencedores y vencidos.

Estaba Mayor Oreja, el artífice de la unión temporal de empresas donde trabajan mano a mano ETA y Zapatero para entregar el país una vez destruido por nacionalismos y estatutos.

Y estaba Acebes advirtiendo, acusando, preventivo siempre, como Buhs, como Aznar. Denunciando posibles armas de destrucción masiva, oteando minas en el camino, exigiendo que otros las desactiven, pero sin implicarse porque él pertenece a Avila de Teresa santa, de brazo caudillo, de almenas altas.

España, camino de libertad. Aznar, Rajoy, Mayor, Acebes. Cosidó revelando que a Rubalcaba lo nombró ETA para abreviar el camino de la cesión de España.

Aplausos, abrazos, despedidas. Nadie lloró por las víctimas del franquismo. Son cosas de familia y titiriteros de cejas puntiagudas. Nadie llevó rosas a la estación de Atocha. Lo dijo Miguel Angel Rodríguez: que se encargue Zapatero que llegó a la Moncloa a hombros de un grupo terrorista.

sábado, 12 de junio de 2010

ECONOMIA

Todo es economía. Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo, Instancias financieras, Bilderberg, Botines, Ratos, González. Déficit. Superavit. Dinero, sólo dinero embistiendo las ingles del mundo, empitonando hemorragias de cerebros amortiguados por euros, dólares, pérdidas-ganancias de una bolsa inexplicable.

Todo es economía. En los bares de churros y café con leche, de pincho de huevina y pan de ayer recalentado, de celtas, fortuna y puros delgaditos por el recorte salarial y el despido reformado. Todo es economía. En el andamio de tartera y tetra bick, de piropos altos y arneses que estrujan el aire de yeso y silicosis.

Todo es economía. Los políticos (¿Políticos?) piensan en una sola dirección. Ajustar y reajustar. Cortar y recortar. Construir una fosa grande donde meter a viejos-trescientos-euros-de-pensión y salarios de mono azul. Cortar y recortar la ayuda al desarrollo. Los pobres del mundo están acostumbrados a morirse sin que nadie guarde un luto solidario. Unos cuantos millones más de muertos, y habremos equilibrado el mercado, las cuentas de resultados, Permanecerá la tranquilidad el veinte por ciento propietario del ochenta por ciento, mientras el ochenta por ciento seguirá asomándose a los basureros del mundo para buscar las sobras de la riqueza explotada en su propio territorio. Los dejaremos sub-sistir, es decir, permanecer por debajo de la existencia.

Todo es economía y mercado. Mercados financieros inyectados con dinero sudado para embellecer el dinero robado. Hay que refundar el capitalismo, perseguir a los especuladores. Pero todos seguimos arrodillados ante ellos, hipnotizados, adoradores fanáticos. “Se reunieron últimamente grandes personalidades del mundo financiero” Los demás somos pequeñeces amontonadas, agradecidos a la mano que nos da de comer. “Doy de comer a cincuenta familias” dice el empresario para demostrar su filantrópica generosidad, ignorando a sabiendas que hay cincuenta familias que le sirven el caviar y la langosta que tiene delante. Todo está tergiversado, desjerarquizado, subvertido.

La economía se arregla con la regulación del mercado de trabajo. Mercadillo más bien. Compraventa a bajo precio de esfuerzos, de conocimientos, de necesidades imperiosas de pan caliente. No se admiten mujeres. Tienen grandezas incompatibles con el miserable rendimiento laboral. Los pobres siempre empeñados en ser ricos. Los ricos con la sonrisa prepotente de quien se sabe encastillado, guardado por arqueros de préstamos con intereses destructores, embargantes. Mercadillo regulado por ordenanzas estéticas. Nadie se atreverá a comparar el esclavo romano con el traje dominguero regado de varon dandy. Cerveza familiar los domingos porque es “el día libre”. No se es libre el resto de la semana. Y se acepta esta falta consciente de libertad. Y se agradece. Porque los hijos. Porque la mujer en paro. Porque el padre enfermo.

Sanidad, minusvalía, dependencia, infravivienda. Todo en función de la economía y el mercado. Botellón y drogas castigadas a falta de educación. Televisiones mundiales y mundiales en televisión como plasmas sedantes. Políticas grises tal vez porque el gris da seriedad. Dioses opiáceos para una rebelión imposible. Y así vamos. De mercado en mercado. Economía-metadona inyectada para amortiguar las ansias de vivir.

“Lo malo es haber pensado”, que diría Ionesco. Pan-pensamiento-pan. Amarga en el paladar. El pensamiento pertenece a una dieta suicida. No sólo de pan vive el hombre, Pero ayuda el pan, el solo pan, aunque debilite la dignidad de la existencia.



lunes, 7 de junio de 2010

¿EXISTE ESPAÑA?

España tiene una existencia muy corta. Mil novecientos noventa y seis-dos mil cuatro. El camino anterior es simple preparación, calentamiento despreciable, preámbulo marginal hasta llegar al orgasmo consciente de la propia existencia, enseñada al mundo para que los siglos la contemplen en su rotunda belleza. Ocho años de crecimiento económico, de creación de empleo, de amistades fecundas, de destrucción del terrorismo, de reconocimiento internacional, de envidia foránea, de influencia decisiva en los destinos de la humanidad, de una España-España ante el universo. Ana Botella, abrazada al último emperador, hizo su entrada en el Palacio de La Moncloa, con los cipreses rindiendo honores a su paso, presentando armas los cedros uniformados de gala. España empezó a existir.

Dos mil cuatro. Aznar se marchó a evangelizar al mundo, a impartir lecciones de todo y a todos. Pontificó sobre un inexistente cambio climático. Negó a Darwin. Defendió la guerra de Irak como medio indiscutible para mejorar la vida humana. Impuso su dogmatismo sobre la economía planetaria. Atacó la inmigración como sistema de destrucción del mundo civilizado y opulento. Defendió el cristianismo constructor de Europa, iluminador de Occidente y despreció la cultura árabe, ignorando sus aportaciones médicas, filosóficas, arquitectónicas, literarias, culinarias. España se hizo polvo de estrellas.

Aznar lloró. Hacia dentro, como lloran los boabdiles machos por una Granada-España entregada a potencias exteriores, tutelada (que no integrada) por Europa, abandonada a los vaivenes del capital exterior, derrochando la gloria heredada, devolviéndola a los rincones infames de la historia. Marzo de 2.004. España bañada en sangre. Muertos eligiendo un socialismo bolchevique. Cadáveres enterrando un país para siempre. Deserción de una guerra que nos hubiera aportado bienestar y petróleo como auguró Bush-Gobernador para la República de España. Visión de una Alianza de civilizaciones con un pretendido y despreciable entendimiento de la diversidad humana. Militares construyendo hospitales, escuelas, impartiendo cercanía ante el dolor de seres empeñados en matarse unos a otros. Matrimonios de personas que se quieren porque simplemente se quieren. Leyes que defienden a los que tienen la vida colgada del prójimo, protección a mujeres contra hombres que nunca sintieron el escalofrío del beso.

Y así se fue despeñando España, gloria-de-Aznar-abajo, hasta la desaparición de todo aquel sueño existencial que duró tan sólo ocho años. Zapatero perdió la amistad de Buhs-Presidente, de Briatore y ni pasar las vacaciones puede en Villas-Berlusconi, muslos jóvenes vigentes, pechos de azahar expuestos. Ahora sólo habla con un tal Obama, sin guerras preventivas, Merkel, Sarkozy, Cameron y otros insignificantes trabajadores del mundo.

Aznar recuerda vagamente la existencia de Felipe González. A la prehistoria pertenece Felipe. Frente al terrorismo ejerció una estrategia “deteriorada de una forma más que alarmante, oscilando entre la lucha ilegal y la necesidad de dialogar” con la banda terrorista para su eliminación. Por contraste, D. José María, como centro de la historia, fue consciente que había que ir a la médula del terror sentándose a tomar un Rueda con el propio ejército de liberación vasco. Acabó con el mito de la imbatibilidad de ETA y acogió a sus víctimas brindándoles cariño redentor. “Nadie tiene derecho a malgastar” el heroico esfuerzo del Bonaparte parido por Fraga. Campeador contra el terrorismo, sucumbió aplastado por Atocha ensangrentado. Lo atropellaron los trenes cargados de agonías y murió mintiéndole al mundo, para que no abdicaran sus laureles de césar.

Con él comenzó la historia. Con él se acabó. Aznar es un inmenso ombligo ahogado en su propio cordón umbilical.





sábado, 5 de junio de 2010

BIENESTAR

Hace unos años, Alfredo Sáez, Gran Consejero de un Gran Banco, apostaba por la necesidad de desmontar el estado del bienestar. Al terminar su discurso, alguien le puso delante una jubilación multimillonaria como reconocimiento a toda una vida de entrega refrigerada de despacho enmoquetado, alfombras limpias de alergógenos, sembrada de huellas de botines, gonzález, vals taberner, florentinos y calderones.

También José María Aznar, representante plenipotenciario en el mundo de una España destruida, anoréxica, infectada de socialismo mortal, es partidario de recortar el estado de bienestar. D. José María percibe una ayuda del Estado como ex-presidente, coche oficial, escoltas. Pero tiene que ejercer como trabajador por cuenta ajena (empresa-Murdoch) y servirse de sus múltiples conocimientos dando conferencias que le proporcionan unos ingresos y la posibilidad de dar a conocer al mundo todas las maldades de una España hundida y destrozada. Es su forma de cooperar con el turismo, la confianza de los mercados, la inversión extranjera, las exportaciones… No se le puede pedir más.

A la luz de estos dos vidente, reflexionemos: Los pobres no tienen arreglo. Se han pasado la vida tratando de llegar a ricos. No han adquirido la conciencia de que son necesarios porque, en cuanto pobres, cooperan a la riqueza de otros. Se les ha pedido que perseveren y hagan de la resignación una virtud. Cada cual, siempre y cuando sea pobre, debe conformarse con su situación. Los poderosos, por el contrario, no tienen por qué atenerse a esa consigna. Su destino les empuja a aspirar a más, aunque sea a costa de. Con esta división los papeles quedan claros. Pero cuando los pobres se empañan en dejar de serlo, el equilibrio se resiente. Y debe ser el poderoso el que ponga las cosas en su sitio. No hay por qué tener un trabajo, aunque lo diga la Constitución. No se debe pedir una vivienda digna, aunque lo garantice la Constitución. ¿Por qué la universalización de la sanidad? La salud para quien la pague, igual que el chalé, la tierra, o las fuentes de producción. La cultura debe volver a ser patrimonio de unos pocos. ¿Para qué quieren los pobres la educación? ¿Qué hace un pobre con una carrera universitaria? Un pobre educado y culto es siempre un desclasado con todo lo que eso conlleva. La gratuidad de la educación no es buena. Lo que se regala y no se compra carece de valor. La educación es una mercancía más, en las vitrinas del lujo, y sólo los que puedan pagarla deben acceder a ella. El dinero imprime bondad a lo adquirido. Y no debemos prescindir de ese plus para no dar posibilidades inútiles a la inteligencia. La cultura es una consecuencia de la cartera.

Las hipotecas están bien, pero que muy bien. Treinta años de hipoteca significan cuantiosos beneficios para la banca. El hipotecado se morirá de asco, de enfisema, de infarto en la cola del paro. Y la vivienda será subastada por el SEÑOR USURERO que facilitó el dinero. Los pobres son ingenuos. Besan la mano de su benefactor sin percatarse de la trampa en la que se envuelven

¿Para qué construir residencias de la tercera edad si se ha comprobado sobradamente que los ancianos saben morirse solitos sin que nadie les eche en falta? ¿Por qué abaratar los transportes a los pensionistas si algunos de ellos cobran HASTA 250 €? La gratuidad de los museos, los precios económicos de los polideportivos, las bibliotecas públicas, los cursos para analfabetos, los talleres ocupacionales. Alguien debería explicarnos para qué tanto derroche, tanto despilfarro. Todo ese dinero bien ahorrado, debería estar destinado a sanear los sueldos y las pensiones de algunos altos cargos de empresas. Se debería privatizar la seguridad y que cada cual se pagara sus escoltas como hacen algunos Consejeros Delegados. Y así sucesivamente hasta desmantelar un estado del bienestar que pretende mejorar la vida de los más humildes. Cómo le cambiaría la vida a ciertos banqueros, como el Sr. Sáez, si se impusiera una visión verticalmente economicista sobre una solidaridad horizontal. Cómo avanzaría España si redujéramos con toda la agresividad posible la sobredimensión del estado de bienestar, como nos aconseja el gran estadista Aznar. Aumentarían a lo mejor los cementerios. Pero Correa o el Bigotes podría construirlos a buen precio.

Algunas propuestas dan pena y nauseas y asco. Cuánto nazismo de gomina y corbata. Cuánta mirada perdonavidas. Cuánto desprecio insultante.

Les aseguro que no es mi estilo. Acepto de antemano que alguien me llame demagogo. Créanme si les digo que este artículo clava tacones en el alma. Pero a veces no hay más remedio que guardar las estrellas y las lunas para darle salida a la palabra preñada de tristeza, de melancolía porque alguien, tal vez un Consejero Delegado, intenta fusilar un puñado de rosas.

miércoles, 2 de junio de 2010

EL HOMBRE FELIZ.

Hace tiempo, mucho tiempo, quien buscaba la camisa del hombre feliz, terminaba encontrando al hombre, pero no tenía camisa. La relativización de lo poseído, el desprendimiento de los accesorio, incluso a veces de los necesario, era un valor. Ser antes e independientemente de tener. Existir, antes que subsistir. Primero lo humano y detrás, muy detrás, la posesión.

No sabemos quién es Camps. Es un paisaje de baches, hondonadas, curvas peligrosas, opacidad de sombras, negruras que manchan la belleza del azahar y los naranjos. Pero tiene camisa. Y trajes de Milano. Y cinturones flexibles. Y smoking para audiencias papales. Le estorba Rita-parásito-incrustada en su perfil de “viva moneda que nunca se volverá a repetir” Y por ese tener grita al mundo su felicidad, cada día más luminosa, más tonificante, más hidratante. Felicidad-crema de perfumería francesa. Felicidad de ser perseguido por una policía traidora, por fiscales traidores, por jueces traidores obedientes todos a un gobierno traidor, especializado en montajes para estrujar la felicidad de un hombre honesto, que ama a sus amiguitos del alma hasta el testimonio testicular.

Mariano Rajoy le ha puesto alfombra a su camino: “será el candidato diga la justicia lo que diga” El Presidente del Partido Popular, asesorado por Trillo-Yak y Juan José Cortés, ha decidido dar la espalda al poder judicial para que quede clara la separación de poderes en un estado democrático.

Y en ayuda de su Presidente ha venido Soraya exigiendo la presunción de inocencia igual que la defendió para el Ministro Bermejo, para José Bono, Manuel Chaves. Garzón. Y María Dolores-pasionaria-con-casera de pensionistas, funcionarios y trabajadores. Y Esteban González Pons: “El PP. considera que Francisco Camps es uno de los grandes líderes de los que disponemos, el candidato de Valencia con mejor hoja de resultados de la historia” Lo ha proclamado urbi et orbi, mirándole a los ojos a Correa, al Bigotes, a Bárcenas y a todo el que ha sido capaz de sostenerle la mirada. La honestidad se ha instalado últimamente (sólo últimamente) en las pupilas de D. Esteban. Se le ha enamorado el alma de pureza-goretti. Se le ha enganchado la honradez en las pestañas y ha descubierto, por ejemplo, el mundo de arruga y boina de los pensionistas: “Quiero mirar a un jubilado a los ojos y decirle: yo dije no” Y así, trenzadas las miradas, llorar la persecución infame de una izquierda bolchevique.

Uno llega a emocionarse. Cuando el déficit, los mercados, el consumo. Cuando se rompe España (Durán y Lleida es una prueba). Cuando hace falta un milagro-Lourdes-Aznar-Fátima. Cuando Losantos-Cristina-Cope-Intereconomía aúpan Esperanza como esperanza única, un hombre es feliz, más feliz cada día. Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, le susurró el Obispo Gascó.

Que lo sepan las bolsas los emperadores de Europa y del mundo: España está redimida por la felicidad de uno de los “grandes líderes de los que dispone el Partido Popular, con la mejor hoja de resultados de la historia”

Hay que agradecer la felicidad como se agradecen el azahar y los rosales.