martes, 18 de agosto de 2009

DE NIÑA A MUJER

Mariano Rajoy nunca tuvo la voz caramelizada de Julio Iglesias. Pero sí tuvo sueños de futuro como los grandes arquitectos de la historia. En la última campaña electoral lo reveló con la sonrisa cuasi mística del visionario: Sueño con una niña que pueda estudiar y asimilar unos valores hondos y profundos. Una niña con oportunidades iguales a las demás. Una niña que encuentre trabajo y desarrolle la creatividad de la que han gozado siempre las niñas en la España grande y libre.

Rajoy perdió las elecciones, pero no abortó la hermosura del sueño. Y aquella niña semilla se hizo mujer. Tal vez Ana, Soraya, María Dolores, Monserrat…Veníamos de Aznar-omnipotente, de Alcaraz-condecorado-de-dolor-despreciado, de Zaplana-sol-domesticado. Por Valencia fue. Niñas-mujer, creadoras de azahares, artesanas de gajos almibarados, espumas de mar sin estrenar. Y nos lo creímos. Tuvimos fe en la niña-mujer, fecundadora de futuro, hacedora de amaneceres sin pecado original. Rajoy perfiló el sueño tirando el lastre de José María-emperador, de Esperanzas-desesperanzadas, de Bush despeñado. Rajoy-centrista-centrado sostenía el sueño grande, la encarnación redentora de alegrías inmediatas.

Pero Trillo-Yak aparte, son ellas las que machacan la dignidad de la palabra. Han parido la inquisición, las escuchas sin oídos, las persecuciones de machos violadores. María Dolores pisoteando la verdad del estado de derecho. Esperanza infiltrada de filtraciones de vecindario. Ana Mato guardando los nombres recibidos en confesiones sacrílegas. Monserrat confundiendo espionaje con INEM. Rita confeccionando anchoas cántabras para vestir a Camps de comunión primera. Isabel San Sebastián soportando la destrucción de España. Isabel Durán defendiendo vuitones regalados. Y Rajoy ratificando tanto sueño plomizo, como si no hubiera existido Valencia, como añorando la vida parasitaria dentro de Aznar, de FAES, de GEES. Olvidadizo de Castellana paseada defendiendo víctimas, pero salivando contra Fiscales, Jueces, Fuerzas de Seguridad, CNI. Prohibido, Sr. Rajoy, escupir en el suelo bajo multa de fracaso absoluto. Porque este suelo nos ha costado mucho conquistarlo, porque la calle ha vuelto a ser de todos, arrebatada a su padre fundador. Porque hemos plantado el aire de macetas para espantar olores de pólvora caliente. Reservado el derecho de admisión en esta plaza grande de libertades triunfantes, abiertas de par en par. No hay lugar para quienes quieren levantarle la falda a la palabra y prostituirla. Durante cuarenta años tuvimos que mantenerla oculta para que no la fusilaran una madrugada cualquiera. La soñamos durante mucho tiempo y se nos hizo mujer. Palabra-mujer-sin-niñez. Porque le prohibieron ser niña. Pero ha madurado regada de sangre y olvido. Y aquí la tenemos. Acostumbrados a su calor, a mamar libertad, autonomía, derechos. Y la defendemos todos, también los votos, los Fiscales, los Jueces, las Fuerzas de Seguridad. La llamamos democracia. Que nadie, ni en pretendida defensa propia, la manche o la viole.

Rajoy ha sido devorado por sus propios sueños. Se despertó a destiempo. Nunca parió aquella niña-mujer.


domingo, 16 de agosto de 2009

SI YO TUVIERA UN TRICORNIO

Si José Luis Rodríguez Zapatero es la persona más dictatorial del mundo, si dedica más esfuerzos en perseguir a los miembros del Partido Popular que a los terroristas de ETA, si exige a los Jueces, Fiscales y Fuerzas de Seguridad que pongan todo su empeño en la destrucción de la Oposición, si ha puesto al servicio de su mandato destructor todos los resortes tecnológicos para escuchar ilegalmente a Trillo, Cospedal y Arenas, yo le aconsejaría al Presidente que tomara lecciones del espionaje ejercido en la Comunidad de Madrid porque no está mal visto por los dirigentes populares.

El gobierno, como dice Montoro, tiene la obligación de demostrar que las acusaciones que se le echan en cara no son ciertas. María Dolores, Ponds, Mato, Mariano están en su derecho de acusar. No es su misión acudir a los tribunales con pruebas de ningún tipo. Nada tienen que probar. Es más bien el Gobierno el que debe demostrar su limpieza y aportar argumentos fehacientes de que el Partido Popular miente. Ricardo Costa ha acusado al Presidente José Luis Rodríguez Zapatero, de ser el "responsable de un complot de Estado" contra el PP. “Más que un complot –ha añadido- es una conspiración utilizando los resortes del poder”. En esto consiste el Estado de derecho: hay que presuponer la culpabilidad y demostrar en consecuencia la inocencia. Así era con Franco y así debe seguir siendo. Por eso con el Generalísimo se vivía en paz (María San Gil), se disfrutaba de placidez (Mayor Oreja) y sus vestigios son huellas de un pasado glorioso.

Miguel Angel Rodríguez, Jiménez Losantos, Pedro J. Ramírez no han cesado de pontificar sobre el origen bastardo del gobierno socialista: se fraguó en Atocha un 11-M votado por el miedo, la sangre, la muerte, el asco y la tragedia. Su Presidente firmó una Unión Temporal de Empresas con ETA por coincidencia de fines y objetivos. Lo advirtió Jaime Mayor. Ya Acebes había adivinado que tenían los mismos fines y que a la larga usarían los mismos métodos. Por eso el desprecio a las víctimas y la traición a los muertos que escupió Rajoy. Y ahora se evidencia tanta profecía cumplida.

Uno perdió media vida luchando contra un dictador que nos libró de conspiraciones judeomasónicas, de comunismo, que purificaba cada madrugada la sangre de la patria en las cunetas infinitas con muertos infinitos. Uno perdió la otra media soñando con utopías hermosas, con la plaza ancha de la palabra, con el realismo de quien pedía lo imposible. Y ahora se encuentra con un contubernio dictatorial, ejecutando al Partido Popular contra las tapias de la justicia. Zapatero añorando tricornios de febrero, disparando al techo del Congreso, exiliando intelectuales, apuntando pistolas contra lorcas de derechas y unamunos ortodoxos, poblando de ataúdes laicos las aceras de la gloria.

Tal vez este otoño la gripe de Trinidad Ministra se me suba a los pulmones podridos de enfisemas. Que alguien le preste un poco de luto a mis cenizas, mientras un Presidente se cala el tricornio acharolado de febreros, nostalgias y recuerdos.

martes, 11 de agosto de 2009

EMPRESARIO-CORAJE

Existen las madres-coraje, los padres-coraje, los vecinos-coraje. Todos han salvado de circunstancias terriblemente adversas a sus hijos o a los del cuarto B. ¿Existen empresarios-coraje? Por lo menos uno, sí: Díaz Ferrán.

La economía española está atravesando una crisis grave. El mundo también. Aquellas hipotecas basura trajeron estos embargos globalizados. Los grandes bancos americanos contagiaron la economía mundial y a duras penas estamos consiguiendo salir de la unidad de cuidados intensivos. Y uno creía que estaban claros los orígenes de esta quiebra económica y que en consecuencia, atacando las causas, podríamos mirar con cierto optimismo el futuro. Se habló de una refundación del capitalismo, de la necesaria supervisión de los gobiernos, de la intervención incluso de las autoridades gubernamentales para evitar nuevos descalabros. La economía mundial no deberá quedar exclusivamente en manos de unos cuantos. Los grandes economistas así lo exigen. Los grandes menos Aznar, Esperanza Aguirre, Díaz Ferrán y su séquito vergonzante.

En realidad –piensa Díaz Ferrán- estén donde estén los orígenes de esta hecatombe deben pagarla los trabajadores. Para que de una vez por todas sepamos prevenir futuras distorsiones del mercado y salgamos del hondón en que actualmente nos encontramos, hay que reformar drásticamente el mundo laboral. Los derechos, adquiridos con sudor y sangre a lo largo de la historia, deben someterse a los intereses crematísticos del empresariado. No se puede consentir que la clase dominante dependa del andamio, del esclavo administrativo de corbata o de la tortilla de las once. Las humildes tarteras no pueden devaluar las mantelerías de hilo o el caviar del Ritz. Pongamos las cosas en su sitio.

Y Díaz Ferrán, empresario-coraje, ha reunido el valor suficiente para pedir el despido libre, rebajas en las cotizaciones a la Seguridad Social, libertad para decidir ERES sin intervención del Organismo de trabajo correspondiente, menores indemnizaciones para los trabajadores despedidos respetando así las decisiones que los empresarios, y sólo ellos, tomen para la buena marcha del país. Ni un gobierno de izquierdas ni unos sindicatos plagados de “liberados” pueden ser interlocutores válidos en este planteamiento ruin y vergonzante. Tal vez Esperanza, la cojonuda o Rajoy el inexistente puedan comprender a la patronal.

Y en el colmo del cinismo, ha exigido una bajada de los salarios. ¿A cuento de qué, piensa el empresario-coraje-salvador, tiene que cobrar un trabajador mil euros por sólo diez o doce horas de trabajo? ¿Por qué hay que darle a un viejo cuatrocientos euros de pensión si una sopa de ajo vale sólo tres? ¿Por qué empeñarse en mantener y promocionar un estado de bienestar para todos si eso sólo debería ser patrimonio de los ricos? ¿Por qué una enseñanza gratuita? ¿Para qué necesita el hijo del albañil estudiar derecho o medicina? ¿Para qué una sanidad pública y universal?

Bajemos los salarios, despidamos a placer, prescindamos de una vejez improductiva, dice el empresario-coraje, y tendrán respuesta adecuada todas las interrogantes anteriores.

Los derechos para quienes pueden comprarlos. Lo pobres tienen suficiente con las obligaciones.

Los empresarios crean riqueza y “dan” de comer a muchas familias. ¿No serán esas familias las que dan de comer a los empresarios? Los grandes restaurantes están sostenidos por marmitas de aluminio y tinto de sol caliente, por padres y madres que dejan dormidos a sus hijos cuando se van al trabajo y los encuentran dormidos cuando vuelven.

Que nadie me tache de demagogo. Es simplemente el escozor vital de muchos ante la desvergüenza repugnante de unos pocos.



sábado, 8 de agosto de 2009

PALABRA Y DEMOCRACIA

La palabra es la raíz de la democracia. Deberíamos ser conscientes de que los tres poderes clásicos que fundamentan el estado de derecho brotan en realidad de la palabra. Por eso los dictadores la destierran cuanto antes de sus proyectos opresores Sólo sobre su cadáver, les resulta fácil erigir la supresión de todos los derechos que asisten a los ciudadanos convirtiéndolos en súbditos.

Los que venimos del silencio espeso, oscuro y tenebroso del franquismo, concebimos la palabra como el vientre caliente que engendró la España nueva, abierta y creadora de nuevos derechos. Amamos la libertad que nos aporta y el futuro que nos alumbra. Profanar la palabra conlleva el desamor hacia la madre que nos engendra cada amanecer. Matarla, es apostatar de nuestra categoría de demócratas. Abusar de ella es violar la intimidad de la libertad,

María Dolores estupra la palabra: “España vive en un Estado policial como el que se vivía antes de la Constitución. Un Estado policial que lleva al Gobierno a utilizar las instituciones, la Fiscalía General, la policía judicial, los servicios del Ministerio del Interior y el Centro Nacional de Inteligencia. La Fiscalía está para perseguir a los delincuentes, los delitos y a los etarras, y no para perseguir o aniquilar a la oposición como pretende el PSOE. Perseguir a la oposición es propio de un sistema antidemocrático. Sin embargo están siendo más perseguidos los miembros del Partido Popular que los asesinos de ETA. Se están produciendo escuchas telefónicas a personas que no tienen nada que ver con algún sumario judicial. Y se hacen de manera ilegal. Esto es lo que practica el Gobierno aunque al PSOE no le guste oírlo; pero es así y así está poniendo en grave riesgo a la democracia”

María Dolores de Cospedal apareció allá por Valencia cuando el congreso. Cuando Rajoy fue encumbrado a la soberanía del mundo. Cuando Aznar lo despreció como a un hijo nacido de una noche loca. Cuando el adiós de Aceves, de Astarloa, de Elorriaga. Cuando Zaplana encontró trabajo ganando un millón de móviles al mes. Cuando Esperanza apostató de Gallardón y Gallardón apostató de sí mismo. Apareció María Dolores con la sonrisa en banderola, miss-centro-centrada, equilibrista entre Fraga-Aznar y futuro, suplente con dorsal de San Gil, becaria luminosa para un ayer gris de Trillos-penitentes-de-Yak-cartageneros, de Isabeles-cuidadoras-de-alcaraces, de banderas victoriosas al paso de víctimas multiusos.

Mientras Rajoy se baña en tila de vacaciones, María Dolores pronuncia lo innombrable. Acusa a todos los poderes del Estado de derecho, los desprecia, los destruye y culpa de ese aniquilamiento a su adversario-realmente-enemigo. Persigue a la palabra, la acosa, la manosea y la viola. Se siente con el derecho de profanarla. Y desguanzándola, experimenta el placer salvaje de contemplar destruida su hermosura. Es la regresión enfermiza –complejo de Electra se llama- hacia la madre fecunda. Con la muerte de la madre se consigue liberarse de muchos complejos interiores.

Alguien debería imponer a María Dolores de Cospedal una orden de alejamiento. Que no se acerque a la palabra, a la democracia, al estado de derecho hasta que haya reinsertado su bandera destructora.

miércoles, 5 de agosto de 2009

TILA

“Muchos se han puesto de los nervios” El detonante de semejante patología ha sido el TSJV al proclamar la inmaculada concepción del Presidente de la Generalitat y sus ángeles circundantes. Desde Zapatero hasta el último votante socialista se soporta esta desazón de piernas inquietas, de insomnio, de escalofrío constante. Que gran parte del país viva en esta situación resulta intolerable. Y si a esta situación unimos la gripe A, puede convertirse en una catástrofe de dimensiones alarmantes sin una Trinidad-Jiménez-MIR-en-urgencias que lo arregle. De ahí la recomendación de Rajoy: hay que ingerir grandes cantidades de tila. Además esto beneficia al comercio, genera empleo y puede ayudar a una economía que corre el peligro de convertirse en “corralito” si el Presidente y los sindicatos no hacen caso a Díaz Ferrán que vende trabajadores de saldo por mercadillos laborales.

El ojo clínico de Mariano Rajoy ha detectado la resurrección de la santa Inquisición. Qué triste que a esta lacra se la llame “santa” Pero que nadie piense en Rouco, Martínez Camino o a Cañizares. Se refiere a Garzón, a la policía judicial que filtra contenidos secretos, a los medios de comunicación que estuvieron a punto de ser silenciados merecidamente por Gómez de Liaño que terminó fuera de la carrera judicial por prevaricador (deberíamos recordar tal vez que la prevaricación existe). Y ante estos hechos Rajoy se pregunta: “¿Qué puedo decir yo ahora?” Le sugiero, señor-presidente-apunto, que nos hable sobre Bárcenas, sobre Merino, sobre el espionaje en la Comunidad de Madrid, sobre Granados-Holmes, sobre el anticatalanismo, sobre el portavoz de justicia Trillo, sobre el Aznar-vigoréxico-flexionado ante Bush perpetuamente, sobre la placidez franquista de Mayor Oreja-conquistador-de-Europa, sobre María Dolores-dolorida porque el Gobierno persigue más al Partido Popular que a los terrorista de ETA. Sobre cuántas cosas puede decir una palabra, D. Mariano!

Se va usted de vacaciones con la esperanza (con minúscula, no se asuste) de que el gobierno no le derribe el chiringuito. Cuídelo mucho no vaya a ser que a su vuelta se lo haya destruido Esperanza (ahora sí con mayúscula). Ganas no le faltan a la “cantaora” Ha ganado un tour con su himno nacional incluido y está dispuesta a grabar el “cumpleaños feliz” para regalárselo a los madrileños con un ejemplar del mundo. Vuelva moreno de verde luna, como Arenas, tableteado como José María-Cristiano-Ronaldo-de-FAES, blanco y radiante de azahar como Paco Camps. Cuídese de las anchoas de cantabria, de los vuitones colgantes de Rita-alcaldesa, de los bigotes sin barba del Bigotes, de las barbas sin bigotes de Correa. Cuando regrese, estoy seguro que encontrará una España próspera, sin parados en el INEM, con botines y gonzález buceando en comisiones bancarias, con roucos de palios extendidos, con cataluñas españolizadas por ansones, santos y pedros jotas, con cospedales y trillos justicieros. España estará alimentada con la dieta de la tila y lucirá caderas morenas de quinceañera.

Que lo pase bien, don Mariano. Voy a llorar un rato entre pinos segovianos por trece rosas fusiladas un cinco de agosto de una madrugada cualquiera.